viernes, 25 de septiembre de 2009

Biografia veronica lizeth rascon sanchez





Mi vida comienza un lunes 18 de marzo de 1991, alrededor de las 10 de la noche. Guadalupe Sánchez y Enrique Rascón, un matrimonio muy joven tuvieron a su primera hija a la que llamaron Verónica Lizeth. El primer nombre fue escogido por mi mamá, y decidió ponerme así porque una tía de ella se llamaba Verónica, cuentan algunos familiares que era una muy buena persona, de lindos sentimientos, querida por muchos, como un ejemplo a seguir y por eso mi mamá cuando era una niña dijo que cuando tuviera a su primera hija le pondría el nombre de su tía. El segundo nombre lo escogió una hermana de papá, ya que en aquel tiempo andaban de moda, Lizeth, Lizbeth, Elizabeth, Ivette, es raro pero verídico.
Nací y he vivido siempre en Hermosillo, mi niñez fue muy divertida aunque lo de ser hija única solo me duro dos años, pues nació mi hermana Cristina Anahí y casi al año después mi otro hermano Enrique de Jesús.
Mis papás siempre estuvieron apoyándonos en lo que queríamos hacer, desde el kínder fui una niña muy aplicada, me gustaba participar en las actividades de la escuela, salir bien en las calificaciones y aunque no contaban mucho en aquel entonces yo pensaba lo contrario. Participe en la escolta del kínder, tenía varios amigos y me encantaba jugar con ellos, lo mejor de todo era que vivíamos en una misma colonia y por las tardes nos juntábamos para ir a jugar. Me gustó mucho mi niñez porque nunca tuve problemas, ni en la escuela, ni familiares, ni con amigos etc. etc.
Se podría decir que en el kínder hice mis primeros amigos, con los que jugaba siempre, hacía tareas, pasaba tiempo con ellos, entre otras cosas. Recuerdo que me gustaban mucho los campamentos que hacíamos en aquel tiempo, tanto en el kínder como en la primaria, estaban llenos de juegos, diversión, risas, a todos nos gustaba dormirnos tarde viendo películas y por las noches contar historias de terror, también pintar al primero que se quedara dormido y levantarnos muy temprano.
No me quejo de todo lo que hice en mi niñez, todo era diversión.

Participé en varios concursos académicos, de español, matemáticas, geografía, estuve casi toda la primaria en el coro de la escuela, recuerdo que íbamos a
eventos cívicos a cantar el himno nacional y a concursar en ellos, ganamos varias veces a nivel zona y estatal. Todo esto lo combinaba con la escolta de la escuela, y un grupo de porristas que hicimos. Cuando estaba en segundo de primaria salí de candidata a reina de primavera junto con un amigo, nuestros papás nos apoyaron muchísimo, hicimos varias actividades para recaudar fondos con la ayuda de mis amigos y sus papás, recuerdo que era muy divertido. Ya al cursar como entre quinto y sexto año de primaria fui la presidenta de la sociedad de alumnos, gané eso por votaciones entre el alumnado y las propuestas que hice para las mejorías de la escuela. Obviamente mi mamá me ayudo a redactar todo eso y a ensayar para hablar en público porque no sabía en concreto lo que implicaba todo eso.

Pasó el tiempo, salí de la primara y no quería entrar a la misma secundaria que entrarían los demás porque estaba muy fea, o sea respecto a los maestros, el ambiente y no tenia muy buena fama que digamos, así que lo mas probable era que entrara a la prevo porque una tía vive cerca de ahí y estaba mejor que la otra. Pero pasaron varias cosas ese verano, una de ellas fue que mi abuela se accidento y como vivíamos muy lejos tuvimos que quedarnos por un tiempo con ella a cuidarla, no podíamos estar yendo y viniendo todos los días. Estuvimos alrededor de dos meses así, mientras que se acercaba el regreso a clases todavía no sabía a que secundaria entraría, total de que a mis papas se les ocurrió que entrara ala sec. Gral. Núm. 4.
Me gustaba mucho esa escuela pero no quería entrar porque extrañaría a mis amigos, además de que no estaba en mi casa, tarde un poco en asimilarlo pero a fin de cuentas todo salió bien, hice nuevos amigos, me cambié de casa como al mes que entre a la secundaria; mi abuela para esto, ya se estaba recuperando, pero de todas maneras siempre estuvimos al pendiente, aunque era algo triste estarla viendo enferma, nos encontrábamos a su lado.

Nuestro ritmo de vida se podría decir que cambió ya que mi mamá empezó a trabajar de nuevo, la extrañábamos en casa porque nos impusimos de chicos a estarla viendo todo el día y nos acompañaba a hacer las tareas, jugaba con nosotros, entre otras cosas. Conforme pasaba el tiempo ella nos daba a entender que estuvo con nosotros de pequeños porque necesitábamos más su protección y más cuidados, pero ahora nosotros la necesitábamos más económicamente para darnos una buena educación a los tres. De esta manera hemos permanecido los últimos cinco o seis años, mamá y papá trabajan y nosotros nos dedicamos por completo a los estudios.
En la época de la secundaria experimenté muchas cosas, aprendí tantas más. Es ahí donde empiezas a crecer y darte cuenta de asuntos que antes ni siquiera les tomabas importancia. Quizás algunos comienzan a enamorarse, a ponerse de novios, los problemas de tus amigos los tomas como propios y cualquier detallito u obstáculo que se te presente para ti, en ese momento es lo peor que te pueda pasar. En algunas ocasiones hay discusiones con los padres, peleas con hermanos, etc. etc., pero nada que no se pueda solucionar hablando. En esta etapa de mi vida comienza a llamarme mucho la atención el
deporte. Al principio sólo era el futbol, pero ya después se podría decir que me enamore del
. Todo comenzó porque mis amigos lo practicaban y me invitaban a jugar.
Lo practique en la secundaria y tuve uno que otro torneo. Pero al momento de entrar a la preparatoria me propuse que jugaría y estaría en un buen equipo. Y así fue.
La mayoría de mis amigos entramos al
Colegio de Bachilleres, tenía alrededor de 15, 16 años. Al principio me sentía un poco rara y me aburría el hecho que me tenia que acoplar a un nuevo plan de estudios, aplicarme ya que faltaría poco tiempo para entrar a la universidad.
Conocí a mucha gente, jamás pensé que llegara a tener tan buenos amigos, y combinándolos con los que ya tenia en verdad era lo mejor, con ellos salía, platicaba, nos ayudábamos entre sí, nos apoyábamos, estudiábamos juntos, reíamos, llorábamos, les hacíamos daño a los maestros entre muchas otras cosas, los mejores momentos se podría decir que los tuve en la preparatoria. Ahí me di cuenta que las verdaderas amistades se quedan a tu lado en la buenas y en las malas siempre están ahí para lo que se te ofrezca.
Ya hablando más de la preparatoria en lo académico, al comienzo batallaba mucho con las calificaciones porque todo siempre lo hacía después de los entrenamientos, porque al básquet lo veía como un hobbie, era la mejor manera de desestresarme, de relajarme y olvidarme de problemas, de las tareas o los compromisos que tenia. Muchas veces iba sólo para relajarme un poco para continuar con lo que tuviera que hacer. Fue una de las mejores cosas que me pudieron pasar, aprendí a conocerme como persona, a confiar en mí y en los que me rodean, madure un poco, conocí y definí mis gustos e intereses.
Faltaba poco para la entrada a la universidad y todavía no sabía a que carrera entraría, hasta que un día la oficina donde estuve trabajando por unos meses me puse a ver el perfil del egresado y la información que concierne a las carreras de
mercadotecnia, comunicación, diseño gráfico, administración, entre otras. Ya que las vi todas no sabía por cual de ellas me iba a decidir, y mientras tanto entre a ver todas las carreras, leí y me gusto el perfil, el plan de estudio y todo lo de ingeniería industrial pero me daba mucho miedo estudiar eso porque lleva mucha matemáticas, física y química. Le comenté la idea a una prima y a los muchachos que estaban en la misma oficina donde me encontraba y me dijeron que era una muy buena opción que no me iba a arrepentir, que tenia mucho campo de trabajo entre otras cosas, además de que es una carrera muy completa, total de que tarde como dos días para decidirme y me avente, no se ni como pero lo hice.
Y hasta el momento aquí estoy, esperando a que me valla bien, preparándome para ser una ingeniera industrial preparada y exitosa.